sábado, 12 de diciembre de 2015

Dios regala a los hombres el paraíso

Dios modeló el primer hombre, a Adán, con barro del suelo y sopló sobre él suelo su aliento que da vida. Así el hombre adquirió vida.

Después, Dios plantó un jardín en Edén e hizo crecer en él gran variedad de árboles. era bonito verlos, y sus frutas sabían muy ricas, En medio del jardín crecían el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal.

Dios puso en el jardín al hombre que había creado, para que Adán lo cultivara y lo guardara. Le dijo Dios: Puedes comer las frutas de todos los árboles del jardín. Pero no te dejo comer las frutas del árbol  del conocimiento del bien y del mal. Si comes de ellas, tendrás que morir.

Dios no quería que el hombre se quedara solo. Por eso, Dios hizo que desfilaran ante Adán todos  los animales y todos los pájaros. Y Adán fue poniéndoles nombre.

Entre todos ellos no había ningún ser que realmente fuera como él. Por es, Dios hizo que el hombre se durmiera profundamente. Tomó  una de las costillas de Adán y con ella formó a la mujer. Adán al verla exclamó: !Es como yo! Se llamará mujer, porque está sacada de mí. El hombre y la mujer estaban desnudos. Pero no sentían vergüenza el uno del otro (Gn2).


  

Figura 1: Dios regala a los hombres el paraíso Fuente: Editorial Verbo Divino 


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