lunes, 21 de diciembre de 2015

Un cántico de David

Señor, tú eres mi pastor;
y no me falta de nada.
Me llevas a verdes praderas
y a lugares tranquilos junto a las aguas.
Me guías por caminos seguros.
Aunque camine por quebradas oscuras,
no tendré miedo,
porque tú estás conmigo (véase Sal 23).

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