Abrahán era pastor: Dios le habló así: ponte en camino. Deja tu patria, deja tus parientes, deja la casa de tu padre. Ve al país que yo te mostraré. Yo haré de ti una gran nación. Te bendeciré y engrandeceré tu nombre. En ti sabrán todos los hombres lo que significa ser bendecido por Dios. A todos los que te quieran bien, yo les querré bien. A todos los que te quieran mal, yo los maldeciré. Por ti serán bendecidos todos los hombres.
Abrahán se puso en camino, como Dios se lo había mandado. Tenía entonces 75 años de edad. Llevó consigo a su mujer Sara y a su sobrino Lot. Llevó también todos sus ganados y todos las personas que trabajan para él.
Abrahán marchó al país que Dios le había prometido: a él y a sus hijos. Eran un país con tierras buenas y fértiles. Se llamaba Canaán. Abrahán levantó allí altares para adorar a Dios (Gn 12, 1-8).
Abrahán se puso en camino, como Dios se lo había mandado. Tenía entonces 75 años de edad. Llevó consigo a su mujer Sara y a su sobrino Lot. Llevó también todos sus ganados y todos las personas que trabajan para él.
Abrahán marchó al país que Dios le había prometido: a él y a sus hijos. Eran un país con tierras buenas y fértiles. Se llamaba Canaán. Abrahán levantó allí altares para adorar a Dios (Gn 12, 1-8).
Figura: Dios llama a Abrahán Fuente: Internet
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